10 de agosto de 2011

¿Aporte de Recursos o Saqueo?


Escrito por: Gustavo Melazzi/William Yohai

Una y otra vez el gobierno justifica su política de apertura al capital extranjero basándose en que “aporta los recursos que Uruguay no tiene”. ¿Realmente los aporta? Casi cuatro años de operación de Botnia-upm lo desmienten. El argumento del gobierno es otro mito.

 1) Lo que dijimos. 
Hace ya casi cuatro años redactamos un artículo que Brecha publicó (02/11/2007) bajo el título “¿Cuánto ganará Botnia?”.
   Allí, basándonos en informaciones provenientes de diversas empresas celulósicas publicadas en medios internacionales, afirmábamos que “En definitiva, estas estimaciones nos muestran que (…) su porcentaje de ganancia sobre las ventas alcanzaría el 50% (…) y la rentabilidad del capital sería del 29%”. De por sí, estos resultados eran (y son) excepcionales a nivel mundial.
   Pero pensando en Uruguay, y en lo que calificamos como “mito”, deducíamos de aquí la conclusión fundamental. Estimábamos que, en ventas de US$ 700 millones anuales, obtenían US$ 350: de ganancia. Considerando 20 años de producción, decíamos: “al comparar con la inversión inicial, por cada dólar que invierte la empresa se lleva 4.5; el negocio es espectacular”. Para la empresa, obvio.
   ¿Y para Uruguay? Con esos datos, si aportaron US$ 1.200 millones[1] para operar 20 años, “con la producción de tres años y cinco meses, aproximadamente, desquitan el total de la inversión realizada” (anotamos en 2007). En lugar del “aporte de recursos”, se llevan, neto, una suma de US$ 5.600 millones.

   2) Casi cuatro años después.
   Dicen que un economista es aquel que previó 10 de las últimas 4 recesiones.
   Llegó la hora de evaluar la justeza de nuestras previsiones. Veamos los datos básicos.
   Para 2008 el precio de la tonelada fue de 778 dólares[2], en 2009, aproximado, fue de US$ 550, y en 2010 de US$ 890.  
   Los costos de producción de la planta de Fray Bentos (2008, primer año que operó en forma completa) los asumimos refiriéndonos a los declarados por Aracruz como 300 dólares por tonelada, partiendo de la base que ésta reporta un costo unitario de 261. Tomando los costos de Fray Bentos en 2008 en US$ 300 la tonelada e incrementándolos según las variaciones del tipo de cambio y la inflación en nuestro país, obtenemos un costo por ton. de US$ 314 en 2009, y de US$ 366 en 2010.
   Por consiguiente, el margen por ton. sería, respectivamente, de US$ 478; 236, y 524.
   Según el balance de UPM[3], la capacidad de producción en Fray Bentos es de 1.1 millones de ton. anuales. Asumiendo que produjo un millón en cada uno de los tres años, tenemos ganancias acumuladas por US$ 1.238 millones. Excelente ejecución, si tenemos en cuenta que pasaron dos años de severa crisis mundial que afectó los mercados para el producto.
   Considerando la inversión declarada de US$ 1.200 millones, sin temor a error, se puede afirmar que ya a fines de 2010, apenas 3 años después de comenzar a operar, la empresa había recuperado la inversión inicial.
   Nuestra previsión era que dicha inversión sería desquitada en 3 años y 5 meses, y que el margen de ganancia sobre el capital sería de 29%. A pesar de la crisis que se desató después que hicimos las previsiones, el resultado fue aún mejor para la empresa de lo que previmos.

   3)  Conclusión.
    Los hechos, inapelables, muestran que la empresa no aportó recursos al Uruguay. Muy por el contrario, se lleva recursos del país. Decir lo contrario es un mito.
   Ya lo hace hoy, cada día y cada hora que transcurre, y lo seguirá haciendo otros 16 años más. Somos nosotros, quienes aportamos nuestro suelo, nuestra agua, nuestro trabajo, para beneficio de esta empresa transnacional.
   ¿Es esta una situación fuera de lo común? De ninguna manera; es la lógica del capitalismo; si empresarios invierten es para obtener ganancias. Es también un claro ejemplo de lo que realmente significa la expresión “que los mercados decidan”.
   Mencionemos el ejemplo, notorio, de Chile[4] y su minería. Un estudio realizado por encargo de las Naciones Unidas[5]informa: “Las ganancias (de las mineras privadas) alcanzaron a US$ 9.000 millones en 2005, y casi US$ 20.000 en 2006. (…) Esto significa que en sólo dos años, las mineras privadas obtuvieron ganancias que superaron el total de las inversiones extranjeras directas realizadas en la minería chilena de 1974 a 2006”.

   4)  Más elementos para el asombro.
   a) ¿Cuánto dejó Botnia/UPM en Uruguay? Adoptemos la cifra que la propia empresa aportó: US$ 80 millones anuales, por todo concepto[6]. En tres años, US$ 240 millones; los mismos tres años en los cuales desquitó el total de lo invertido.
   b) Mucho argumentó el gobierno de que la operativa de la transnacional fomentaría el desarrollo de otras industrias. Los hechos: además de la planta de pasta de celulosa, hoy encontramos otras dos empresas. Una es Kemira, que fabrica productos químicos para la planta (dióxido de cloro, con tecnología de membrana), y que sólo abastece a la planta, si bien en los papeles tiene cierta autonomía[7] y podría extender su área de ventas. La otra es la empresa de mantenimiento de la planta.
   En resumen: ninguna “otra” industria; sólo las imprescindibles para la planta, e íntimamente vinculadas a ella.
   Mientras, Uruguay sigue exportando troncos. En rigor: nuestro trabajo, suelo, agua y sol. Reiteramos nuestra propuesta de colocarle detracciones a los troncos[8], para fomentar su industrialización y, de paso, recaudar fondos para el Estado de una actividad con enormes ganancias.
   c) Botnia/UPM está en Zona Franca. En su país de origen, Finlandia, el balance de la empresa indica que en 2010 pagó impuestos por 166 millones de euros[9]. Ahora bien, UPM Kymene en 2010 facturó US$ 12.500 millones, con una ganancia global de US$ 1.023 millones. De ellos, como vimos, 524 millones los gana en Uruguay. Pero en Uruguay no paga impuestos.
   d) Con insistencia se argumentó a favor de la inversión “porque creará muchos empleos, y de calidad”. Los hechos: a tres años de operación, los empleos locales no superan los 180, y se trata casi exclusivamente de porteros, choferes, personal de seguridad… y similares.
   e) Otro indicador, como mera ayuda a ilustrar la situación, nos dice que, globalmente, la empresa tiene 22.000 trabajadores, de los que 533 están en Uruguay (incluyen 360 de Forestal Oriental; en las 120.000 hectáreas forestadas). El cálculo es sencillo: en 2010 cada trabajador en el resto del mundo (21.500) le genera ganancias por US$ 27.400 anuales. Cada uno de sus trabajadores en Uruguay le aportó ganancias por US$ 983.000 anuales. Treinta y seis veces más.

   5) De 2007 a 2011: preguntas y respuestas.
   En el artículo de 2007 preguntamos; ¿cuál será la postura del gobierno frente a nuevas inversiones extranjeras? La realidad nos muestra que las Zonas Francas aplican aquello de “creced y multiplicaos”; Montes del Plata (pasta de celulosa) repite el esquema, y agravado, al extremo de que el gobierno acepta, por ejemplo, recalificar suelos para forestar a pedido de la empresa, y en convenio secreto. Hoy el tema es Aratirí; ¿qué pasará?.
   También preguntamos: ¿Tiene justificativo que esos enormes beneficios no paguen impuestos? Los beneficios continúan; en Brasil pagan impuestos, al igual que en Finlandia. No en Uruguay.
   Para terminar: ¿Seguirán siendo sólo los extranjeros los que decidan las líneas de nuestro desarrollo? Cada lector sacará sus conclusiones.

En definitiva: para el gobierno, para el equipo económico, no existe la experiencia ni la realidad. Se insiste con una economía de manual, irreal, y que poco tiene que ver con el desarrollo para el pueblo uruguayo. En especial, se reitera una y otra vez el mito de que el capital extranjero aporta recursos al país; los hechos demuestran que es un saqueo de la riqueza nacional.


[1] Consideramos in totum la inversión declarada por la empresa, pese a que en el país fue de alrededor de US$ 300 millones.
[4] Reiteradamente tomado como “ejemplo a seguir” por el equipo económico.
[5] Instituto de las Naciones Unidas para el desarrollo (UNRISD) y Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA, Chile): “Mineral rents and social development in Chile”. Draft 08/05/2008 (traducción propia), Pág. 12.
[6] George Soros, citado por Gudynas en Brecha 22/07/2011: “Impuestos y pagos reales abonados a los estados por las compañías petroleras, mineras y otras extractivas, suelen ser un secreto bien guardado”.
[7] Aunque al llamar por teléfono a Kemira, una grabación informa: “Ud. se ha comunicado con UPM… si conoce el interno…”
[8] Legalmente, no afectaría al régimen de Zona Franca.
[9] Ibid subíndice 3

Como Tratan el Mineral de Hierro en la India


Autor: William Yohai
8 de agosto de 2011

“El  canon sobre el hierro exportado que pagará Aratirí en caso de comenzar a explotar el mineral en Uruguay, será muy superior y hasta en algunos casos más del doble que lo que el grupo inversor aporta en otras zonas del mundo en los que está instalado, según dijeron a El Observador fuentes de la empresa”.

Y, teniendo en cuenta que se está por aprobar en el Parlamento Nacional el tratado de protección de inversiones con India firmado en 2008, nos pusimos a investigar como trataría la India a un hipotético inversor Uruguayo al que se le ocurriera extraer mineral de hierro en aquel país.
Y, ¡oh sorpresa!: la exportación de mineral de hierro en India está gravada con un  impuesto (detracción o retención) a la exportación de 20%.(4)
O sea, mientras nuestros parlamentarios discuten  si aprueban un tratado que, entre otras monstruosidades otorga necesaria y obligatoriamente a cualquier inversión India en nuestro país el trato de “nación más favorecida” y por tanto obliga a darle condiciones iguales o mejores que las que se le dan a cualquier otro extranjero y a los nacionales, el Estado Federal Indio, con muy buenas razones, por otra parte, gravaría, aparte de otros cánones (India es un Estado Federal, donde cada estado tiene sus propios impuestos) y tributos la exportación del mineral pagaría el porcentaje citado.
Curiosamente, la información también afirma (como es de costumbre en este manejo desprolijo y opaco, sin citar nombres concretos)
“Ejecutivos de Aratirí dijeron, por ejemplo, que en Brasil el canon total que cobra el Estado es de 3% y que a su vez  en ese país, a la hora de calcular el valor de exportación, hay exoneraciones que no están previstas en Uruguay. En los proyectos que el grupo Zamin Ferrous tiene en marcha en Asia, el canon todavía es “más bajo”.
  
Pero, el sitio web de Zamin Ferrous nombra solo 4 operaciones de la empresa, 3 en Brasil y la de Uruguay.
Recordemos, que en el momento en que Gudynas señaló la discrepancia de que la empresa decía que el proyecto en Uruguay pasaba “del lugar 1 al 4 en sus prioridades” el mismo sitio web afirmaba que la empresa tenía sólo dos proyectos en marcha. Rápidamente en un pase mágico el sitio web pasó a mencionar 3 proyectos en Brasil en lugar de uno, seguramente para solucionar la obvia discordancia.
Pero hay más cosas curiosas cuando uno revisa el sitio web de Aratirí se lee, en un capítulo titulado “se ha dicho” lo siguiente:
 
“Según un estudio de Impacto Económico realizado por la consultora CPA Ferrere, quedarían en el país más de 400 millones de dólares cada año durante toda la vida útil del emprendimiento y es altamente probable que el inicio de la explotación del mineral de hierro pueda generar condiciones para el desarrollo de la industria siderúrgica en el país”.
Desconocemos si el tal estudio es público. No lo encontramos en el sitio. Y, dentro de la habitual opacidad e imprecisión del tratamiento del tema, no se explica que quiere decir “quedarían en el país 400 millones de dólares cada año…..” Casi con seguridad se refiere, en lo grueso, a la compra de electricidad y gasoil, la parte mayor de los costos de la empresa. Ambos son básicamente importados o producidos a partir de materia prima importada.
Y ese es todo el comentario sobre las proyecciones económicas de la empresa que el sitio presenta. A estas alturas, después de toda esta serie de trabajos insistiendo sobre el tema, y de lo que han dicho algunos legisladores y referentes políticos, en esencia coincidiendo con nosotros en un entorno de los 1500 a 2000 millones de dólares de ganancias anuales, sería lógico que la empresa, que ha salido a rebatir punto por punto todas y cada una de las objeciones ambientales y sociales que se han presentado saliera a la palestra para dar su versión sobre estos estimados.
La empresa no sale, pero sus “agentes” locales sí lo hacen:

“Esa posición de intentar “cobrar más y más” sin tener en cuenta los márgenes de rentabilidad fue cuestionada desde la propia izquierda.
Una de las voces que surgió en ese sentido fue la del ex ministro de Industria, Daniel Martínez, quien dijo que lanzar “así como así” que hay que cobrar un canon mayor puede poner en riesgo la rentabilidad de la empresa y, por tanto, hacer que el negocio deje de ser atractivo.
Mientras Martínez fue titular de Industria, comenzó el proceso para actualizar el código que rige la minería.  El senador socialista recordó que hubo un trabajo de dos años para recopilar información acerca de la legislación que tienen otros países que explotan los recursos minerales, como Chile, Ecuador, Canadá y Australia. El ex jerarca dijo que se tuvo en cuenta un régimen que lograra aumentar los recursos que recibe el país, pero considerando que debe ser atractivo para el privado. Por esa razón, Martínez señaló que subir ese canon sin realizar un estudio serio de su impacto puede hacer que fracase el proyecto de explotar el hierro en Uruguay y cuestionó algunas propuestas públicas que hubo al respecto, incluidas  las de Mujica”.

O sea, a pesar de que el Sr. senador socialista no da ningún dato preciso, igual se toma la libertad de cuestionar a quienes han exigido que la empresa, en caso de comenzar a producir, deje más, mucha más plata en el país. Porque analizar la comparativa de cánones y condiciones (¿Por qué no se hace público ese “trabajo de dos años para recopilar….etc”?) no muestra en absoluto un camino que Uruguay deba seguir. Hemos ya dicho que, hasta 2007 el precio del mineral de hierro era menos de la QUINTA parte que hoy. Y, claro, las regulaciones, impuestos, cánones, etc estaban diseñadas para esar realidad. Y, se sabe, después que se establecen condiciones para este tipo de negocios resulta muy difícil cambiarlas. Por lo menos por dos razones: 1) la misma presión de las empresas y sus trabajadores y proveedores que defienden el statu quo y tienen mucha plata e influencia 2) la existencia de “tratados de protección de inversiones”, y/o de “libre comercio” que lo prohíben expresamente.
En Uruguay, por ahora al menos, estamos en condiciones de hacer otra cosa.
Pero veníamos hablando de los “agentes” de la empresa en el país y en un reportaje que daría tela para mucho corte el vicepresidente Astori afirma:
“He leído afirmaciones que están absolutamente alejadas de la realidad, Por ejemplo en términos de superficies involucradas se han dicho disparates, o de las ganancias de la empresa”(5)
Bueno, Sr. Astori, diga Ud., por favor, que  “sabe tanto”, cuales son esos disparates que “se han dicho” (de paso, el lenguaje es igualito al de la empresa en su sitio web) sobre las ganancias de la empresa y en que elementos se basa para afirmarlo.
Como se ve, los responsables gubernamentales asumen el papel que ni siquiera los de la empresa se animan…..
 
Pero hay más:
“Por su parte, y en declaraciones al mismo diario, la senadora Lucia Topolansky no descartó que la marcha atrás de la empresa se haya dado por los "cacareos de la oposición y de algunos otros sectores de la sociedad como los grupos ecologistas".
Además de tildar de payasesca la triple interpretación por este tema, manifestó que los números que maneja el diputado nacionalista José Carlos Cardoso no son ciertos. "Puntigliano maneja otros números, y para ser sincera,, entre el compañero socialista Puntigliano y el diputado Cardoso, le creo a Puntigliano"(1)
Bueno, Sra. Senadora: el “compañero socialista Puntigliano” no da, sobre el tema ganancias de la empresa, que sepamos, ningún número. A no ser que se los de a sus “agentes” gubernamentales locales en forma reservada. Y, aunque así fuera, son los números de una parte interesada. Si ellos existen, sería bueno que todos los conociéramos.
El conjunto de estas actitudes van definiendo una línea de conducta que, sinceramente, no creo valga la pena calificar.
Pero, del estudio del sitio de ZF surge otra información que nos genera dudas: la empresa afirma lo siguiente:
“1.0 billion tonnes of JORC measured and indicated resources at 27% Fe.”
Que significa que hay, en las zonas que ha prospectado y explorado, 1.000 millones de toneladas de mineral de hierro al 27%. Pero, además, que esos recursos han sido certificados por JORC.
Y nos pusimos a investigar que quiere decir “JORC”. Es el nombre, en inglés de “Comité Conjunto de Reservas de Mineral”(2).      Este comité, que depende de la organización que nuclea las mineras australianas ha elaborado un código al que deben atenerse las empresas que cotizan en bolsa en Australia y Nueva Zelanda.
Para determintar las reservas “JORC measured and indicated”, las mismas tienen que ser evaluadas por alguna de las que integran una reducida lista de entidades evaluadoras en todo el mundo. Algo así como las “calificadoras de riesgo crediticio”, de las cuales tanto se habla hoy.
Pues bien, el sitio de ZF no especifica, a diferencia de lo que hace, por ejemplo el de BHP(3) cual es la entidad que ha evaluado esas reservas.
Dato que, sin ser concluyente, nos acentúa aún más la desconfianza que nos inspira la información que al respecto suministra públicamente la empresa.
Seguimos sosteniendo que es absolutamente imprescindible, en este momento, que los jerarcas gubernamentales realicen una evaluación completamente independiente de la magnitud de aquellas.
En principio, sería de orden exigir la publicación con todo detalle de los estudios que la misma ha realizado. Se trata de una información que refiere a un patrimonio público y debe ser conocida.
Para terminar: resulta claro, y nos lo ha confirmado en su audición de hoy el Dr. Gustavo Salle, que la afirmación del senador Rubio relativa a que la entrada en vigor del tratado de protección de inversiones con la India no bloquea, de hecho, cualquier nacionalización del recurso es una falacia.
Debería saber más el Sr. Senador, o informarse antes de hablar.
 
(3) El sitio de BHP dice lo siguiente: Que es una determinación muy precisa de cual es la autoridad que calificó las reservas.
(5) Brecha: 6 de agosto.


El gobierno explicó a los partidos de la oposición que el proyecto de explotación minera Aratirí, a cargo de la empresa india Zamin-Ferrous, se regirá por las normas del tratado de protección de inversiones suscrito por Uruguay con Gran Bretaña. Esto es así porque a pesar de que el presidente de Aratirí es de nacionalidad india, la sede física del conglomerado empresarial está en Jersey, Inglaterra.
Los ministros Roberto Kreimerman (Industria), Luis Almagro (Relaciones Exteriores) y Fernando Lorenzo (Economía), comparecieron ante la comisión de Asuntos Internacionales del Senado a pedido de legisladores del Partido Nacional, quienes la semana pasada trabaron la sanción de un tratado de protección de inversiones entre Uruguay e India por sus dudas sobre una cláusula del documento en la cual se establecía que la vigencia del tratado impediría una eventual nacionalización del recurso minero del país.
Almagro y Kreimerman, fundamentalmente, aclararon que el artículo 5° del tratado con India, donde se habla sobre la expropiación para una explotación, es un procedimiento que en caso de no estar en el acuerdo igual se aplicaría por acción del derecho internacional consuetudinario y que además está contemplado en la Constitución.
Almagro indicó que como la empresa tiene base en Jersey, la inversión de Aratirí "estaría comprendida en el tratado de protección de inversiones con el Reino Unido, de 1991, ratificado por el Parlamento en 1997".
"Ninguno de los interesados en la explotación del proyecto minero pidió la aprobación de este tratado" con India, dijo además el canciller.
El diputado nacionalista José Carlos Cardoso, uno de los legisladores que solici- tó las explicaciones al Po- der Ejecutivo, consideró que el canciller "confirmó que estos tratados no impiden en nada un proceso de nacionalización para recupe-rar nuestros recursos naturales".
Esta mañana, el Senado votará, factiblemente por unanimidad, la ratificación parlamentaria del tratado de protección de inversiones con India, que ahora quedó aclarado que no tendrá ninguna incidencia en la explotación minera que se haga en Uruguay a partir de los yacimientos de hierro.


Es del Estado, Pero se Puede Regalar.


Fuente: Teledoce